ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL NIÑO JESÚS
DEL ANTIGUO BARRIO DE BELEM DE ACAMPA, XOCHIMILCO, D.F.
Antonio Escobar Yedra (1932-2007).
Antonio Escobar Yedra falleció el día del mes de abril del año 2007, a los 75 años de edad. Fue profesor egresado de la Escuela Nacional de Maestros y de la Escuela Normal Superior, trabajó en escuelas primarias y secundarias de Xochimilco y Tlalpan. Fue editor del periódico local EL INFORMADOR, por más de 25 años. Hasta su fallecimiento, edito también la revista comercial y cultural Plaza Sur. El profesor Antonio Escobar Yedra fue un luchador social, siempre en busca de un medio ambiente sano para los xochimilcas.
No siempre tuvo el reconocimiento de los delegados y de sus funcionarios, quienes, con otros intereses personales y de grupo han dejado una imagen empañada de Xochimilco en especial,
Algunos días antes, en su visita de amigo, a quien esto escribe, Antonio, a quien reconozco y agradezco mis inicios en el periodismo local, me hizo llegar un escrito referente a su barrio, Belem de Acampa, en el que nos da algunos datos históricos del Sacro Niño Jesús del barrio de Belem, que en años pasados él y su familia, su esposa Francisca Valderrama Fuentes, sus hijas e hijos de su distinguida familia fueron mayordomos de la imagen.
El escrito de Antonio Escobar Yedra es póstumo, y aquí quiero dejar sus palabras, su testimonio, como vecino originario del barrio de Belem de Acampa. RODOLFO CORDERO LÓPEZ.
EL BARRIO DE BELEM DE ACAMPA
Un pasado histórico
LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
La cabecera delegacional de Xochimilco cuenta con 17 barrios. El barrio de Belem de Acampa se localiza al sur del casco de la parroquia de San Bernardino de Siena, en el centro histórico, en colindancia con el barrio de Xaltocan y el de Santa Crucita.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Acampa es una palabra de origen prehispánico, cuyo significado proviene de ácatl, que quiere decir caña, m, letra utilizada para dar elegancia al vocablo; pa, de pan, lugar sobresaliente. Por lo tanto Acampan es el lugar de cañas. Es conveniente señalar que cada uno de los calpullis prehispánicos tenía un Teocaltepito, templo chiquito, era una pequeña pirámide, pero con la llegada de los españoles, éstos la demolieron. Posteriormente, los frailes franciscanos, con ese mismo material y en el mismo sitio, construyeron la ermita o calpulli con sus modificaciones que perduran hasta nuestros días.
ANTECEDENTES VIRREINALES
Esta zona fue conquistada espiritualmente por los frailes franciscanos, quienes, con su labor evangelizadora y con el esfuerzo de los naturales se levantó la ermita o capilla con el nombre de Belem de Acampa, donde se evangelizaron cientos de indígenas de la comarca. Se sabe que se fundó a mediados del Siglo XVI. Primeramente fue una poza abierta con tres arcos de medio punto, simulando el portal de Belem de Judea. En su interior se encontraba un cuadro grande, un lienzo al óleo con la estampa de la Virgen María con el Niño Jesús. Actualmente el cuadro con dicha representación histórica se encuentra en grado de deterioro.
ORIGEN DE LA IMAGEN
La imagen pequeñita del Niño Dios, es de escasos 25 centímetros de alto es venerada hace más de 200 años, fue esculpida en palo de naranjo por artesanos xochimilcas, alumnos del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, quienes en el Siglo XVI establecieron un taller en el convento de San Bernandino de Siena, Xochimilco.
Se indica que la sagrada imagen perteneció a una familia indígena. Una familia con ciertos recursos, pues contaba con chinampas de cultivo de las cuales comerciaba con sus productos de flores, hortalizas, y legumbres. Además, era muy devota del Santo Niño y de la iglesia. Al decir de nuestros antepasados, esa familia fue quien donó la imagen que a la fecha aun se conserva.
LAS FESTIVIDADES EN LA ÉPOCA DECEMBRINA
La importancia que el pequeño Niño Dios milagroso de Belem tiene en la vida cotidiana de los feligreses y desde luego, durante la época decembrina, cobra mayor realce con las posadas, la nochebuena y la navidad, el día de reyes y la Candelaria el 2 de febrero, este día es una fecha emotiva por la presentación del Niño Jesús a la iglesia, considerando en la liturgia especial, la consagración del símbolo crístico, así como la bendición de las candelas y semillas para tener luz en la vida y la muerte, como las semillas para el fruto que dará la nueva planta, protegida de plagas.
El 2 de febrero, en la liturgia especial se hace el cambio de los mayordomos, quienes reciben al Niños Jesús de manos del párroco en turno y en presencia de la comunidad católica, comprometiéndose durante todo el año al cuidado de la capilla y el culto que se profesa al Niño de Belem de Acampa, además de realizar el rosario diario por las noches y las misas dominicales que estrechan las relaciones entre las familias del barrio y los pueblos de Xochimilco. Únicamente pueden ser mayordomos los habitantes originarios del barrio, con el compromiso de celebrar el novenario de posadas, la arrullada al Niño Jesús, la festividad mayor de Navidad, el 25 de diciembre, el día de reyes, y el día del ritual religioso que se repite en honor al Niño Jesús, con el cambio de mayordomos el 2 de febrero de cada año
Cabe señalar que a principios del Siglo XX, las familias íntegras que tenían la dicha de recibir al Niños Jesús, el cambio de mayordomos se llevaba a cabo el 27 de diciembre, luego de una solemne misa que se celebraba en la capilla del barrio y a la que asistían feligreses de otros barrios vecinos.
Según las narraciones de la gente de mayor edad en el barrio, la tradición tuvo su origen en el Siglo XVI y de veneración en el barrio hace más de 200 años, con grandes y vistosos arreglos florales, además del fervor religioso.
Al paso de los años, la festividad se ha transformado con gran esplendor y derroche económico, alegrando el ambiente, las estudiantinas, los coros, las bandas de música, la danza de chinelos, los arreglos florales, los globos, el confeti, y las serpentinas multicolores; los castillos y las salvas de cohetes que enmarcan una de los grandes festejos de la liturgia cristiana. Esto es un testimonio de sus habitantes de Belem de Acampa para mantener viva la tradición, la alegría y la esperanza para los que tienen fe cristiana, como para los enfermos que reciben del Niño Jesús los milagros en sus sufrimientos.
DEL ANTIGUO BARRIO DE BELEM DE ACAMPA, XOCHIMILCO, D.F.
Antonio Escobar Yedra (1932-2007).
Antonio Escobar Yedra falleció el día del mes de abril del año 2007, a los 75 años de edad. Fue profesor egresado de la Escuela Nacional de Maestros y de la Escuela Normal Superior, trabajó en escuelas primarias y secundarias de Xochimilco y Tlalpan. Fue editor del periódico local EL INFORMADOR, por más de 25 años. Hasta su fallecimiento, edito también la revista comercial y cultural Plaza Sur. El profesor Antonio Escobar Yedra fue un luchador social, siempre en busca de un medio ambiente sano para los xochimilcas.
No siempre tuvo el reconocimiento de los delegados y de sus funcionarios, quienes, con otros intereses personales y de grupo han dejado una imagen empañada de Xochimilco en especial,
Algunos días antes, en su visita de amigo, a quien esto escribe, Antonio, a quien reconozco y agradezco mis inicios en el periodismo local, me hizo llegar un escrito referente a su barrio, Belem de Acampa, en el que nos da algunos datos históricos del Sacro Niño Jesús del barrio de Belem, que en años pasados él y su familia, su esposa Francisca Valderrama Fuentes, sus hijas e hijos de su distinguida familia fueron mayordomos de la imagen.
El escrito de Antonio Escobar Yedra es póstumo, y aquí quiero dejar sus palabras, su testimonio, como vecino originario del barrio de Belem de Acampa. RODOLFO CORDERO LÓPEZ.
EL BARRIO DE BELEM DE ACAMPA
Un pasado histórico
LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
La cabecera delegacional de Xochimilco cuenta con 17 barrios. El barrio de Belem de Acampa se localiza al sur del casco de la parroquia de San Bernardino de Siena, en el centro histórico, en colindancia con el barrio de Xaltocan y el de Santa Crucita.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Acampa es una palabra de origen prehispánico, cuyo significado proviene de ácatl, que quiere decir caña, m, letra utilizada para dar elegancia al vocablo; pa, de pan, lugar sobresaliente. Por lo tanto Acampan es el lugar de cañas. Es conveniente señalar que cada uno de los calpullis prehispánicos tenía un Teocaltepito, templo chiquito, era una pequeña pirámide, pero con la llegada de los españoles, éstos la demolieron. Posteriormente, los frailes franciscanos, con ese mismo material y en el mismo sitio, construyeron la ermita o calpulli con sus modificaciones que perduran hasta nuestros días.
ANTECEDENTES VIRREINALES
Esta zona fue conquistada espiritualmente por los frailes franciscanos, quienes, con su labor evangelizadora y con el esfuerzo de los naturales se levantó la ermita o capilla con el nombre de Belem de Acampa, donde se evangelizaron cientos de indígenas de la comarca. Se sabe que se fundó a mediados del Siglo XVI. Primeramente fue una poza abierta con tres arcos de medio punto, simulando el portal de Belem de Judea. En su interior se encontraba un cuadro grande, un lienzo al óleo con la estampa de la Virgen María con el Niño Jesús. Actualmente el cuadro con dicha representación histórica se encuentra en grado de deterioro.
ORIGEN DE LA IMAGEN
La imagen pequeñita del Niño Dios, es de escasos 25 centímetros de alto es venerada hace más de 200 años, fue esculpida en palo de naranjo por artesanos xochimilcas, alumnos del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, quienes en el Siglo XVI establecieron un taller en el convento de San Bernandino de Siena, Xochimilco.
Se indica que la sagrada imagen perteneció a una familia indígena. Una familia con ciertos recursos, pues contaba con chinampas de cultivo de las cuales comerciaba con sus productos de flores, hortalizas, y legumbres. Además, era muy devota del Santo Niño y de la iglesia. Al decir de nuestros antepasados, esa familia fue quien donó la imagen que a la fecha aun se conserva.
LAS FESTIVIDADES EN LA ÉPOCA DECEMBRINA
La importancia que el pequeño Niño Dios milagroso de Belem tiene en la vida cotidiana de los feligreses y desde luego, durante la época decembrina, cobra mayor realce con las posadas, la nochebuena y la navidad, el día de reyes y la Candelaria el 2 de febrero, este día es una fecha emotiva por la presentación del Niño Jesús a la iglesia, considerando en la liturgia especial, la consagración del símbolo crístico, así como la bendición de las candelas y semillas para tener luz en la vida y la muerte, como las semillas para el fruto que dará la nueva planta, protegida de plagas.
El 2 de febrero, en la liturgia especial se hace el cambio de los mayordomos, quienes reciben al Niños Jesús de manos del párroco en turno y en presencia de la comunidad católica, comprometiéndose durante todo el año al cuidado de la capilla y el culto que se profesa al Niño de Belem de Acampa, además de realizar el rosario diario por las noches y las misas dominicales que estrechan las relaciones entre las familias del barrio y los pueblos de Xochimilco. Únicamente pueden ser mayordomos los habitantes originarios del barrio, con el compromiso de celebrar el novenario de posadas, la arrullada al Niño Jesús, la festividad mayor de Navidad, el 25 de diciembre, el día de reyes, y el día del ritual religioso que se repite en honor al Niño Jesús, con el cambio de mayordomos el 2 de febrero de cada año
Cabe señalar que a principios del Siglo XX, las familias íntegras que tenían la dicha de recibir al Niños Jesús, el cambio de mayordomos se llevaba a cabo el 27 de diciembre, luego de una solemne misa que se celebraba en la capilla del barrio y a la que asistían feligreses de otros barrios vecinos.
Según las narraciones de la gente de mayor edad en el barrio, la tradición tuvo su origen en el Siglo XVI y de veneración en el barrio hace más de 200 años, con grandes y vistosos arreglos florales, además del fervor religioso.
Al paso de los años, la festividad se ha transformado con gran esplendor y derroche económico, alegrando el ambiente, las estudiantinas, los coros, las bandas de música, la danza de chinelos, los arreglos florales, los globos, el confeti, y las serpentinas multicolores; los castillos y las salvas de cohetes que enmarcan una de los grandes festejos de la liturgia cristiana. Esto es un testimonio de sus habitantes de Belem de Acampa para mantener viva la tradición, la alegría y la esperanza para los que tienen fe cristiana, como para los enfermos que reciben del Niño Jesús los milagros en sus sufrimientos.
TESTIMONIO PROFR. ANTONIO ESCOBAR YEDRA
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