Con el permiso de China, no hay dos países en el mundo que estimulen la imaginación del viajero como México e India. Ambos destinos despiertan los sentidos del futuro visitante con su oferta de tradición, arqueología, cultura, folklore, color y gastronomía. Y más recientemente, ambos países tienen un logro en común: sus respectivas secretarías de turismo han lanzado cuidadas y exitosas campañas para crear una positiva y bien definida imagen de marca del país que lo posicione como destino de turismo de calidad, es decir, que consiga atraer a viajeros cuyos intereses van mucho más allá del simple descanso con mucho sol y playa, y que cuentan con un nivel adquisitivo más alto que el del típico “mochilero” tan habitual tanto en India como en México. Más de un lustro llevan ya impulsando sendas campañas publicitarias de ámbito global, muy bien diseñadas, bien enfocadas, distribuidas a través de diversos medios, que han logrado una gran visibilidad, y que están ofreciendo resultados espectaculares en cuanto a número de visitantes y volumen de negocio.
Durante el sexenio de Fox aconteció el suceso que más ha afectado los hábitos de viaje en la era moderna: el 11 de septiembre de 2001 originó tal impacto sobre los ciudadanos del mundo, fue tal el pánico desencadenado, que la industria turística mundial temió entrar en una larga época de decadencia. Tal y como reconoció la Organización Mundial del Turismo, fue precisamente México el primer país en reaccionar ante un impacto potencial muy alto en su ya consolidado sector turístico. Es Estados Unidos, por su proximidad geográfica, uno de los países que más visitantes aporta, y a la vez el más afectado psicológicamente con permanente sensación de paranoia e inseguridad por el atentado de las Torres Gemelas. En este contexto, el Consejo de Promoción Turística de México puso en marcha una campaña de promoción turística global con una imagen impecable y unos logotipos y lemas adaptados al público de dichas campañas dependiendo de su ubicación geográfica. Así pues, en México se intentó potenciar el sentimiento de orgullo ante lo propio, lo cual suele provocar ganas de conocerlo, con un directísimo e imperativo “México: vive lo tuyo”. En Estados Unidos, con quien se tienen firmes coincidencias históricas y culturales, donde existe una familiaridad en el día a día con la cultura y especialmente la gastronomía mexicana, y que tiene con México una cercanía geográfica de gran importancia ante el pánico a viajar, intentaron animar al turista a visitar al vecino país del sur con un logrado “México: más cerca que nunca”. En Europa y Asia, continentes más lejanos y por lo tanto considerados menos conocedores de México, se intentó potenciar la riqueza y variedad del patrimonio cultural y turístico del país con el acertadísimo lema “México: un país, mil mundos”.
Alrededor del 2002 la campaña estaba totalmente implementada en Europa y realmente resultó completa y cuidada hasta el mínimo detalle. En las ferias internacionales de turismo y multitud de eventos culturales, no faltó la presencia de México con folletos turísticos con una imagen atractiva y coherente, y contenidos relevantes y de interés para dar a conocer los recursos turísticos en México pertenecientes a los distintos ejes temáticos (Ecoturismo, ciudades patrimonio de la humanidad, rutas arqueológicas, etc.), por supuesto dicho material se publicaba en el idioma del país donde se llevaba a cabo la promoción, con traducciones cuidadas y de buena calidad. Las agencias de viajes disponían de catálogos, pósters y expositores donde se reproducían los lemas y logotipos oficiales de la campaña, dando muchísima visibilidad al país en las calles de muchas ciudades de Europa. En Internet se lanzó el sitio Web www.visitmexico.com, con una presentación y contenidos especiales dependiendo del país de origen del visitante. Coincidió además la campaña con una de las exposiciones arqueológicas más importantes en recorrer el mundo: “Aztecas”, una recopilación de piezas de incalculable valor, recopiladas a partes iguales de maravillosas de los diferentes museos de antropología del país, y de museos extranjeros de tanto renombre como el del Vaticano, el British Museum, el arqueológico de Berlín, y tantos otros donde reside actualmente lo mejor del expolio del arte prehispánico de México. Dicha exposición viajó a Londres, Berlín, Nueva York y Bilbao, tuvo un fuertísimo impacto mediático en todos los países que la albergaron, y el material de promoción turística de México estuvo disponible y fue muy buscado por las decenas de miles de visitantes de la muestra.
Fue una época dorada de promoción turística del país que caló hondo en la psique del turista internacional, que hizo percibir a México como un país bello, lleno de atractivos tanto naturales como arqueológicos que “hay que conocer”, y cuyos efectos todavía siguen activos, pese a que desgraciadamente la presencia de México los eventos de promoción turística se ha deteriorado en los últimos años, como ya tuvimos oportunidad de explicarles hace unos meses.
En India, la historia fue similar. Siguiendo la estela del espectacular desarrollo de la economía india a nivel macroeconómico, el ministerio de turismo se decidió a cambiar totalmente la imagen del país en el exterior, quizás intentando retomar el esplendor y la admiración que causaba el país por su exotismo y el lujo extremo de sus palacios y monumentos durante la época de ocupación británica. El lema escogido, en este caso único para todo el mundo, fue el versátil Incredible ! India, es decir, India Increíble con un signo de admiración en medio. Esta campaña nació con una vocación multimedia innegable. Desde su lanzamiento se han desarrollado en su seno campañas publicitarias en prensa, televisión y por Internet en los cinco continentes. Se han llegado a acuerdos para publicar artículos y promocionar el turismo en India en medios tan influyentes como la revista National Geographic o la cadena de televisión pública británica, la BBC. Los folletos publicitarios son miniguías de viaje que describen lo mejor del país, a todo color, en apenas 20 páginas en papel de alta calidad. La percepción internacional de India en el exterior ciertamente ha cambiado. Pero al contrario de lo que sucede cuando el visitante llega a México, desde el momento en que se pone el pie en India, la evidencia de que los tópicos son ciertos, o incluso más, de que las cosas están incluso peor de lo que se suele decir, cae encima del visitante como una pesada losa. Tras unas horas allá, India ciertamente resulta increíble... pero por las razones equivocadas.
Daniela Torres
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