domingo, 2 de diciembre de 2007

El resentimiento social

Como en la antigua Roma los senadores de el República (128) gozarán de un festín culinario en el 2008, que costará a los contribuyentes más de 4 millones de pesos.
El senado gastará 720 mil pesos en frutas y legumbres, 504 mil en carnes de res y cerdo, 480 mil de pescados y mariscos y 300 mil en carne de aves y 1 millón 720 mil en abarrotes, cremería y salchichonería.
En carnes las más exóticas: carne de avestruz, filete de búfalo, rib eye, new Cork.
Aves: gallinas rock cornisa, faisán, codornices, pato confitado.
Mariscos: langosta, langostinos, cangrejo de Alaska, salmón, bacalao noruego.
Postres: curaba (fruto exótico de Sudamérica), dátiles chilenos, arándanos, maracuya.
Para acompañar sus platillos habrá aceites de nuez y de oliva extravirgen, alcaparras, anchoas, almendras, avellanas y nueces de macadamia, 5 variedades de chocolate, 8 clases de pan y 15 de pastas. Especias para condimentar sus alimentos: cúrcuma y curry o productos como el jengibre.
También estarán en la mesa dátiles chilenos, arándanos, moras azules.
En tanto más de 40 millones de mexicanos se encuentran en la extrema pobreza, y otros apenas prueban carne cada 8 días.
Alguna vez se han preguntado que miles de estos millones de compatriotas ni siquiera saben leer o pronunciar los nombres de esos alimentos que privilegiadamente consumirán próximamente los distinguidos representantes populares.
Los 500 diputados que conforman el Congreso de la Unión gozan además de un alto salario, instalaciones lujosas en las, que se encuentran lugares que ocupan estéticas elegantes, gimnasios y comedor selecto.
El tipo de vida que les ofrece el sistema político mexicano, hace que los aspirantes a un puesto de elección popular estén dispuestos a todo y a traicionar sus propias convicciones, con tal de probar las mieles que ofrece y da el poder político que paralelamente va con el poder económico.
El abuso del poder, trae como consecuencia el resentimiento social, el odio hacia quienes usufructúan el trabajo de todos los mexicanos que de alguna manera con la fuerza de su trabajo crean la riqueza nacional, y sin embargo no pueden acceder a los mínimos satisfactores necesarios para subsistir dignamente, muy a pesar de que mediante la ley suprema se establece como obligación del Estado; vivienda digna, salud, educación, empleo, alimentación y vestido.
La ostentación y el lujo con que viven funcionarios y empresarios que se coluden para enriquecerse rápidamente provocan que de alguna manera los que padecen pobreza y marginación por toda la vida se rebelen, ya no como se establece en la lógica sino con actos delictivos, robo, asaltos, secuestros, extorsiones, falsificaciones, asesinatos… como una forma de protesta.

La mentira o demagogia que tan frecuentemente utilizan los partidos han dejado en la ciudadanía un alto grado de desconfianza y ha creado en la ciudadanía una actitud de indiferencia o, un alto grado consecuente hacia la corrupción e impunidad que hace que los mexicanos vivamos una descomposición social profunda.
Con honestidad se preguntará el ciudadano ¿hasta cuándo aguantará e pueblo?
En la antigüedad se distinguió Espartaco en la época esclavista.
En el imperio Romano Calígula, abusó del poder y lo asesinaron.
En el Imperio Mexica, los explotados se unieron o crearon alianza con el conquistador.
¿En nuestra época que nuevas formas habrá de protestar?

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