El “Diablo Cojuelo” con detalle observa la actividad política que desarrollan los principales actores del PRD, con el fin de posicionarse en el partido y ser dueños absolutos de el.
Por un lado el Frente Amplio Progresista- PRD, PT y Convergencia ha unido sus fuerzas para que lleven al triunfo a Alejandro Encinas a la Presidencia Nacional del PRD, contando con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador, que con el asunto relativo al tráfico de influencias de Juan Camilo Mouriño, y, de la defensa de que no privatice PEMEX se ha reposicionado políticamente haciendo que las elecciones del 16 de marzo del presente año para elegir al nuevo Presidente Nacional del PRD se compliquen y se formen diversas expectativas.
Los ciudadanos mexicanos se han formado dos ideas; 1.- en caso de que ganara Alejandro Encinas, se supone que Jesús Ortega que es el otro candidato fuerte, aceptaría los resultados del proceso sin inconformase como lo ha mostrado en otros procesos internos del PRD.
En cambio si ganará Jesús Ortega la Presidencia del PRD, los grupos que apoyan a Alejandro Encinas cuestionarían el triunfo de Jesús Ortega y acudirían a tribunales para dirimir el asunto.
Si Alejandro Encinas lo apoya López Obrador, Jesús Ortega cuenta con el aval del líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, que hasta el momento ha salido airoso de los retos políticos que ha tenido.
Por otra parte un sector de la población no militante pero si simpatizante con el PRD se plantea la siguiente interrogante ¿Si López Obrador es congruente con sus principios morales y ética política, si se le denomina el Presidente Legítimo de México, buscara ser candidato en el proceso electoral del 2012 aún cuando se considere que se reelige para llegar a ser presidente Legal?
¿Acaso su apoyo a Encinas, será para que Marcelo Ebrard, sea candidato a la Presidencia?
La Convocatoria para que miles de mexicanos estén presentes el 18 de marzo ”Aniversario de la Expropiación Petrolera”, en el zócalo de la Ciudad de México, da una idea de lo grave del problema que es la PRIVATIZACIÓN DE PEMEX.
En el otro lado el Frente Amplio Progresista PRD, PT y Convergencia de manera velada filtran la idea de que Nueva Izquierda tiene un comportamiento de ser consecuente con al derecha, acusaciones que pueden llevar a una división del PRD en la que la verdadera izquierda se verá afectada.
Sin embargo, todo puede ocurrir en los partidos, en el gobierno, en las diversas instituciones, sociales, políticas y religiosas
Lo que no puede aguantar el pueblo en sí, es la pobreza que cada día es más profunda y mayor la descomposición social. Ya se vivió un Movimiento por la Independencia de México, una Revolución Burguesa, está próxima una explosión social que llevan a cabo los más necesitados, el proletariado aunque parezca un discurso pasado de moda. Lo que hay que aceptar es que existe una gran crisis en el gobierno, el pueblo observa y siente como ha sido engañado. Fox en su campaña comió tamales, tomó atole en el barrio de Tepito, Calderón Hinojosa se disfrazó de elemento militar. ¿Qué resultará en lo futuro de estas simulaciones?
Por un lado el Frente Amplio Progresista- PRD, PT y Convergencia ha unido sus fuerzas para que lleven al triunfo a Alejandro Encinas a la Presidencia Nacional del PRD, contando con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador, que con el asunto relativo al tráfico de influencias de Juan Camilo Mouriño, y, de la defensa de que no privatice PEMEX se ha reposicionado políticamente haciendo que las elecciones del 16 de marzo del presente año para elegir al nuevo Presidente Nacional del PRD se compliquen y se formen diversas expectativas.
Los ciudadanos mexicanos se han formado dos ideas; 1.- en caso de que ganara Alejandro Encinas, se supone que Jesús Ortega que es el otro candidato fuerte, aceptaría los resultados del proceso sin inconformase como lo ha mostrado en otros procesos internos del PRD.
En cambio si ganará Jesús Ortega la Presidencia del PRD, los grupos que apoyan a Alejandro Encinas cuestionarían el triunfo de Jesús Ortega y acudirían a tribunales para dirimir el asunto.
Si Alejandro Encinas lo apoya López Obrador, Jesús Ortega cuenta con el aval del líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, que hasta el momento ha salido airoso de los retos políticos que ha tenido.
Por otra parte un sector de la población no militante pero si simpatizante con el PRD se plantea la siguiente interrogante ¿Si López Obrador es congruente con sus principios morales y ética política, si se le denomina el Presidente Legítimo de México, buscara ser candidato en el proceso electoral del 2012 aún cuando se considere que se reelige para llegar a ser presidente Legal?
¿Acaso su apoyo a Encinas, será para que Marcelo Ebrard, sea candidato a la Presidencia?
La Convocatoria para que miles de mexicanos estén presentes el 18 de marzo ”Aniversario de la Expropiación Petrolera”, en el zócalo de la Ciudad de México, da una idea de lo grave del problema que es la PRIVATIZACIÓN DE PEMEX.
En el otro lado el Frente Amplio Progresista PRD, PT y Convergencia de manera velada filtran la idea de que Nueva Izquierda tiene un comportamiento de ser consecuente con al derecha, acusaciones que pueden llevar a una división del PRD en la que la verdadera izquierda se verá afectada.
Sin embargo, todo puede ocurrir en los partidos, en el gobierno, en las diversas instituciones, sociales, políticas y religiosas
Lo que no puede aguantar el pueblo en sí, es la pobreza que cada día es más profunda y mayor la descomposición social. Ya se vivió un Movimiento por la Independencia de México, una Revolución Burguesa, está próxima una explosión social que llevan a cabo los más necesitados, el proletariado aunque parezca un discurso pasado de moda. Lo que hay que aceptar es que existe una gran crisis en el gobierno, el pueblo observa y siente como ha sido engañado. Fox en su campaña comió tamales, tomó atole en el barrio de Tepito, Calderón Hinojosa se disfrazó de elemento militar. ¿Qué resultará en lo futuro de estas simulaciones?
DEL MISMO CUERO
SALEN LAS CORREAS
Sistemáticos y programadas las fiestas configuran parte esencial del calendario; dan forma y rostro a la secuencia de actividades que separan del año ordinario los momentos extraordinarios.
De hecho la mayor parte de las fiestas tradicionales están asociadas al tiempo (la llegada de un nuevo año, el fin del verano) y los ciclos de la naturaleza.
Lo cierto es que, desde el origen mismo de la vida en sociedad, no hay cultura o grupo humano que no celebre en una u otra forma una festividad. De cierto modo las fiestas marcan un punto de transición - natural o cultural - que, sin embargo, asegura la continuidad de un grupo o sociedad.
La fiesta es por excelencia, el sitio de convivencia en el que, con la aportación de todos se consume el excedente (lo que sobra de la riqueza acumulada, el guardadito), a través de ese consumo, de ese “sacrificio” de la riqueza, se ratifican los lazos de unión e identidad del grupo.
Por eso y paradójicamente las fiestas son algo serio. Para que una fiesta sea una genuina celebración hay que trabajar muy duro y elaborar multiplicidad de cosas a veces con antelación de un año o más. Las fiestas no se improvisan, se preparan tarjes especiales, comida y platillos específicos, música, cohetes y cohetones, castillos, color y extravagancia convergen en un solo instante de despilfarro.
De la fiesta patronal del pueblo de San Gregorio Atlapulco y de otros más en la delegación de Xochimilco, aún quedan añejos recuerdos de tiempos lejanos donde la comunidad se reunía en el atrio de la iglesia para escuchar la banda de música que ofrecía sus mejores melodías que interpretaba a favor del Santo Patrono del pueblo.
Acompañado de su familia el responsable del hogar adquiría momentos antes piezas de caña de azúcar que le cortaban en trozos y una excelente cantidad de cacahuates para consumirlos en la audiencia musical.
Con ingenuidad y casi inocencia propias de ese tiempo, niños y jóvenes se divertían a su modo. Los niños vestían sus mejores ropas y no pocas veces estrenaban zapatos, pantalón y chamarra. Como una cosa especial sus padres les daban una cantidad de dinero a veces no suficiente para poder gozar de la alegría que brindan los juegos mecánicos que se reducía a tan solo subir a los caballitos y comprarse “gorditas de villa” , “algodones de dulce”, “manzanitas encarameladas”, o “barquillos de cajeta”. En cambio los jóvenes aprovechando la oportunidad que les brindaba la fiesta anual del pueblo para divertirse en pareja con la novia, esperaba ansioso subirse a los volantines para demostrar su destreza en elevarla y hacer más grande la órbita de vuelta; además de invitarla a darse la vuelta en la “rueda de la fortuna” para quedar fuera de las miradas indiscretas de los vecinos y ya en las alturas aprovechar el momentos para abrazarla y darle un sutil beso.
En tanto otros jóvenes y adolescentes audaces se aventuraban a subirse a la “Casa de la Risa” para sentir la sensación de dar maromas en el cubo o acudir a la función de la Carpa donde se exhibía a la “mujer sirena”, “mujer barbona”, “mujer serpiente”, que estaban así por rezongar a sus padres
Los años de inocencia en los pueblos pasaron y en su lugar dieron paso a las “tocadas” de las “bandas modernas”, “conjuntos musicales” y ejecutar los “pasitos duranguenses” y vestirse con la moda de lo “Emos” (pelos parados, pelo cubriendo la mitad de la cara, vestimenta negra, pantalones entubados, etc.), o la vestimenta de pantalón de mezclilla, camisa vaquera y sombrero norteño; además ahora la asistencia a los bailes se vio acompañada de una dotación de cervezas, tequila o ron que se ingiere en el evento, que no solo los varones la consumen sino en compañía ahora de adolescentes, mujeres que toman y fuman por igual, que en pequeños grupos están prestos a retar a cualquiera a golpes y que pasadas la horas y el consumo etílico es desmedido sin ningún recato expresan en lenguaje obsceno frases incoherentes para que en minutos después se desplacen a orinar en cualquier rincón del lugar o a defecar detrás de los puestos comerciales.
Como agregado los comerciantes que antes acudían a vender su mercancía sin pago alguno por derecho de piso que en esos años ni siquiera se conocía el término o palabra, hoy tienen que pagarles a los del Patronato de Feria, al líder de los comerciantes y a l apropia autoridad administrativa y en último de los casos a los mayordomos o al propio cura del lugar.
Como resultado de todo este desarrollo civilizador el único que paga las consecuencias es el propio pueblo, los visitantes y en última instancia los consumidores ya que al pagar altas cuotas (que nadie sabe donde para ese dinero) los servicios o los productos los comerciantes tiene que subir de precio lo que expenden u ofrecen porque hay ocasiones que pagan hasta $500 por m2. ¡Así que del mismo cuero sale la correa!
SALEN LAS CORREAS
Sistemáticos y programadas las fiestas configuran parte esencial del calendario; dan forma y rostro a la secuencia de actividades que separan del año ordinario los momentos extraordinarios.
De hecho la mayor parte de las fiestas tradicionales están asociadas al tiempo (la llegada de un nuevo año, el fin del verano) y los ciclos de la naturaleza.
Lo cierto es que, desde el origen mismo de la vida en sociedad, no hay cultura o grupo humano que no celebre en una u otra forma una festividad. De cierto modo las fiestas marcan un punto de transición - natural o cultural - que, sin embargo, asegura la continuidad de un grupo o sociedad.
La fiesta es por excelencia, el sitio de convivencia en el que, con la aportación de todos se consume el excedente (lo que sobra de la riqueza acumulada, el guardadito), a través de ese consumo, de ese “sacrificio” de la riqueza, se ratifican los lazos de unión e identidad del grupo.
Por eso y paradójicamente las fiestas son algo serio. Para que una fiesta sea una genuina celebración hay que trabajar muy duro y elaborar multiplicidad de cosas a veces con antelación de un año o más. Las fiestas no se improvisan, se preparan tarjes especiales, comida y platillos específicos, música, cohetes y cohetones, castillos, color y extravagancia convergen en un solo instante de despilfarro.
De la fiesta patronal del pueblo de San Gregorio Atlapulco y de otros más en la delegación de Xochimilco, aún quedan añejos recuerdos de tiempos lejanos donde la comunidad se reunía en el atrio de la iglesia para escuchar la banda de música que ofrecía sus mejores melodías que interpretaba a favor del Santo Patrono del pueblo.
Acompañado de su familia el responsable del hogar adquiría momentos antes piezas de caña de azúcar que le cortaban en trozos y una excelente cantidad de cacahuates para consumirlos en la audiencia musical.
Con ingenuidad y casi inocencia propias de ese tiempo, niños y jóvenes se divertían a su modo. Los niños vestían sus mejores ropas y no pocas veces estrenaban zapatos, pantalón y chamarra. Como una cosa especial sus padres les daban una cantidad de dinero a veces no suficiente para poder gozar de la alegría que brindan los juegos mecánicos que se reducía a tan solo subir a los caballitos y comprarse “gorditas de villa” , “algodones de dulce”, “manzanitas encarameladas”, o “barquillos de cajeta”. En cambio los jóvenes aprovechando la oportunidad que les brindaba la fiesta anual del pueblo para divertirse en pareja con la novia, esperaba ansioso subirse a los volantines para demostrar su destreza en elevarla y hacer más grande la órbita de vuelta; además de invitarla a darse la vuelta en la “rueda de la fortuna” para quedar fuera de las miradas indiscretas de los vecinos y ya en las alturas aprovechar el momentos para abrazarla y darle un sutil beso.
En tanto otros jóvenes y adolescentes audaces se aventuraban a subirse a la “Casa de la Risa” para sentir la sensación de dar maromas en el cubo o acudir a la función de la Carpa donde se exhibía a la “mujer sirena”, “mujer barbona”, “mujer serpiente”, que estaban así por rezongar a sus padres
Los años de inocencia en los pueblos pasaron y en su lugar dieron paso a las “tocadas” de las “bandas modernas”, “conjuntos musicales” y ejecutar los “pasitos duranguenses” y vestirse con la moda de lo “Emos” (pelos parados, pelo cubriendo la mitad de la cara, vestimenta negra, pantalones entubados, etc.), o la vestimenta de pantalón de mezclilla, camisa vaquera y sombrero norteño; además ahora la asistencia a los bailes se vio acompañada de una dotación de cervezas, tequila o ron que se ingiere en el evento, que no solo los varones la consumen sino en compañía ahora de adolescentes, mujeres que toman y fuman por igual, que en pequeños grupos están prestos a retar a cualquiera a golpes y que pasadas la horas y el consumo etílico es desmedido sin ningún recato expresan en lenguaje obsceno frases incoherentes para que en minutos después se desplacen a orinar en cualquier rincón del lugar o a defecar detrás de los puestos comerciales.
Como agregado los comerciantes que antes acudían a vender su mercancía sin pago alguno por derecho de piso que en esos años ni siquiera se conocía el término o palabra, hoy tienen que pagarles a los del Patronato de Feria, al líder de los comerciantes y a l apropia autoridad administrativa y en último de los casos a los mayordomos o al propio cura del lugar.
Como resultado de todo este desarrollo civilizador el único que paga las consecuencias es el propio pueblo, los visitantes y en última instancia los consumidores ya que al pagar altas cuotas (que nadie sabe donde para ese dinero) los servicios o los productos los comerciantes tiene que subir de precio lo que expenden u ofrecen porque hay ocasiones que pagan hasta $500 por m2. ¡Así que del mismo cuero sale la correa!
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