domingo, 19 de octubre de 2008

LOS DOS SANTIAGOS

Por: Raúl Emeterio Nieto

El alimento de las tradiciones es la imaginación popular, es a través del tiempo como crean ondas raíces y se transmiten de generación en generación, éstas hermosas narraciones nacidas al calor del hogar y contadas con elocuente sencillez por los ancestros a nuestros padres y por nuestros padres a nosotros, hacen que estos se conserven como invaluable tesoro cultural.
En aquella lejana época la tradición se tomaba por la misma realidad y como hada mágica todo lo podía. Ninguno se preocupaba por comprobar los hechos, por averiguar el secreto de las varitas de la virtud.
La mayoría se deleitaba con los prodigios y pocos inquirían la causa de los llamados milagros.
De aquí tantas asombrosas tradiciones, tantos cuentos populares; desde niños oíamos a nuestros abuelos leyendas como esta: LOS DOS SANTIAGOS.
Hace muchos años, ¡Pero muchos! Tantos que ya nadie se acuerda de ello, haya cuando la gente era más devota y más feliz, contaban y siguen relatando “que por el año de 1576 se presentó una fuerte epidemia que causó gran mortandad en Xochimilco, por lo que a los feligreses les recomendaron que tomaran o se encomendarán a un santo por abogado (abogado y no patrón) con la promesa de hacerle un altar…echaron la suerte y salió el sagrado apóstol Santiago. Y aunque aflojó la pestilencia no dejaba de picar y morir harta gente. A cuya causa llegando la festividad del desventurado San Sebastián les pareció tomarlo por segundo abogado pues generalmente lo es en toda la cristiandad para la peste con la promesa de levantarle otro altar, con ello cesó la mortandad del pueblo”.*
Como el apóstol Santiago no cumplió con realizar el milagro para evitar la mortandad del pueblo fue retirado del retablo lateral que se encuentra en la Parroquia de San Bernardino de Siena y almacenado durante mucho tiempo en algún cuarto anexo a la parroquia.
Cuentan además que San Bernardino de Siena, fue confundido durante mucho tiempo con San Antonio de Padua quien al elevar sus oraciones no eran las propias para el santo de su devoción y por lo tanto el milagro no se realizaba.
La disminución de la fe se hacia mayor con el transcurso del tiempo, el disgusto de los feligreses se hacía patente por lo que estaba ocurriendo y a sabiendas que en Santiago Tepalcatlalpan les hacia falta un santo patrono varios devotos del apóstol Santiago fueron a solicitar a las autoridades eclesiásticas a que enviaran al santo a ese pueblo para colocarlo en el altar ya que lo habían bajado del retablo lateral de la Parroquia de San Bernardino y que como el apóstol Santiago que se hallaba en el templo del pueblo, jamás iba a estar en el altar mayor porque montado en su caballo blanco y que tiene bajo la pata un cráneo representaba a los vencedores como guerrero y no un santo; por lo que decidieron llevárselo asta ese pueblo.
Desde entonces el templo de Santiago Tepalcatlalpan tiene dos Santiagos: el apóstol que fue el hermano mayor de Juan el evangelista que es el patrono del pueblo y el guerrero que tiene bajo la pata de su caballo blanco un cráneo que es el que sale a peregrinar por todas las calles, campos y serranías del pueblo.
Aseguran muchos de los vecinos que lo han visto caminar hacia el pueblo de Tepepan y Xochitepec, lo mismo que en los montes comunales y campos de sembradío.
* Joaquín Praxedis. Revista Xochimilco Ayer y Hoy, No. 88

No hay comentarios.:

Enter your email address:

Delivered by FeedBurner

Suscribir con Bloglines http://www.wikio.es Creative Commons License
Periódico El Azotador by Jorge Justo González Hernández is licensed under a Creative Commons Atribución-No comercial-No Derivadas 2.5 México License. Free counter and web stats