Aspectos Históricos
Desde 1971 se ha venido organizando en la Plaza Quirino Mendoza y Cortés, el pueblo de Santiago Tulyehualco la Feria de la Alegría y el Olivo, en donde se exponen y comercializan los productos derivados del amaranto y el olivo; la transformación de estás nobles semillas es en forma artesanal.Como cada año, podemos encontrar gran variedad de alimentos elaborados con amaranto y aceitunas por ejemplo: tamales, galletas, chocoalegría, atole, pan, agua de amaranto así como y la tradicional Alegría y muchos productos más.
La feria de la Alegría y el Olivo, se realiza desde hace 37 años en el pueblo de Santiago Tulyehualco del 2 al 17 de febrero de 2008 y se ha convertido en una de las ferias más importantes a nivel Distrito Federal.
El amaranto comienza a utilizarse desde épocas prehispánicas, en donde lo utilizaban como parte de la dieta alimenticia, y como ofrenda a los dioses.
El nombre "Alegría" se adjudicó, en el siglo XVI, al dulce que se fabrica con semilla reventada y luego, a la planta entera. Para convertir la semilla en dulce solo se le condimentaba del primero de diciembre al primero de junio, ya que la estación de lluvias no permitía la conservación de los panecillos.
El amaranto ocupó un sitio en las fiestas religiosas y ceremoniales, en donde las semillas de la alegría de otros pueblos autóctonos de la parte central de México usaban el huautli (alegría) para formar ídolos pequeños con los cuales se aseguraba el éxito en las siembras y cosechas, así como para celebrar diversas actividades en honor a Tlaloc (Dios de la Lluvia) o Huitzilopochtli (Dios de la Guerra).
El huautli estaba asociado con rituales paganos en honor a sus dioses. Cuando los Aztecas efectuaban el principal festejo del año dedicado a Huitzilopochtli, el centro de la ceremonia se constituía por un enorme ídolo del dios, confeccionado con masa de huautli y miel de abeja de maguey, tuna roja, el cual era admirado por la gente de la ciudad para luego ser despedazado y comido "con reverencia, temor y lágrimas". Esta ceremonia se le llamaba Teokualo. La masa del huahtli tenía un lugar importante en las ceremonias religiosas, con ellas se elaboraban los Huaunquiltamalli para ser ofrecidos a Xiuhtecutli, Dios del Fuego.
De lo anterior se desprende que el huautli era la planta ceremonial más importante de los Aztecas y otros pueblos del México prehispánico, sin embargo, con la llegada de los españoles, los misioneros se encargaron en abolir las ceremonias religiosas y por ende, eliminar el cultivo de la semilla. Pero la magnífica adaptación de la planta a nuestros climas, y su gran resistencia a las heladas y plagas, así como el sentido tradicionalista del pueblo, impidió su desaparición.
La semilla de amaranto se consumía especialmente en forma de atoles y tamales. Los productos más comunes era una esfera de amaranto llamada tzoatli o zoale. Para preparar las semillas de amaranto se les molía y mezclaba con miel de maguey. Los tarahumaras, mayas, tepehuanes, yaquis y miembros de otras tribus, preparaban un producto similar.
Valor Nutritivo
En los últimos años se ha comprobado, por medio de técnicas modernas, de la alta calidad y cantidad de proteínas que contiene el amaranto, lo que llama la atención de los especialistas en alimentos; sin embargo, aún es escasa la información sobre la composición de las distintas partes de las plantas de diferentes especies y estudios.
La cantidad de proteína de la semilla del amaranto es mayor que la de los cereales. Contiene más del doble de proteínas que el maíz, arroz y de 60 a 80% que el trigo. Además, los valores del extracto (Iípidos ), fibra cruda y cenizas, también superan el contenido de los cereales. En cuanto a su composición de aminoácidos contiene el doble de lisina que el trigo y el triple que el maíz, característica que hace del amaranto un alimento valioso para complementar las dietas basadas en cereales.
El amaranto, es rico en ácidos grasos. El principal hidrato de carbono en este cereal, es el almidón, con pequeñas cantidades de sacarosa y rafinosa.
La semilla contiene mucho sodio, potasio, calcio, magnesio, zinc, cobre, manganeso, hierro, aunque este último probablemente es de baja digestibilidad por el contenido de fitatos (sustancia que se encuentra en las plantas y que atrapa el hierro haciéndolo inaccesible al organismo)
En cuanto a las vitaminas, los amarantos contienen tiamina, riboflavina, neacina y vitamina C, en cantidades similares a las de los cereales que se distribuyen principalmente en la cáscara. Los nutrimentos se encuentran en toda la semilla, por lo que se recomienda su aprovechamiento integral.
Del 50 al 80% del total de la planta es comestible. En la mayoría de las especies las hojas contienen alrededor de 3.5% de proteínas y 5 gramos de licina por cada 100 gramos de proteína.
Esta planta sub-utilizada tiene un valor económico provisorio. El reto es encontrar un camino para incorporarla a los productos alimenticios existentes. La planta de amaranto se puede aprovechar de diversas formas: por ejemplo como ornato, gracias al hermoso follaje que presentan algunas especies y para preparar sopas y ensaladas a partir de las hojas y partes blandas de tallos.
Las semillas en particular y tallos oscuros, se han utilizado para extraer colorantes de valor en diversas industrias, y las semillas claras (amarillas) se consumen como alimento en varios productos, característicos de cada país.
En la actualidad se desarrollan tanto en nuestro país como en el extranjero, diversas investigaciones sobre su utilización, en especial en el área de panificación, galletería, pastas, embutidos, alimentos infantiles, etc.
El olivo
El olivo fue traído a México en 1531 por Fray Martín de Valencia, siendo Tulyehualco el primer lugar de toda América en cultivarlo. Posteriormente se hicieron plantaciones en Texcoco, Chalco y más tarde, en Ameca, Jalisco y Baja California.
Debido a las condiciones propicias de esta población, se produjeron estupendamente, a grado tal que se formó una franja de olivo de más de dos kilómetros de longitud en la ribera del lago. A la fecha, aún se conservan dos grandes zonas de estos históricos árboles, una al oriente llamada Olivar de Santa María y la otra al poniente conocida como Olivar de las Ánimas.
Al inicio del siglo XVII se formó en Tulyehualco una cofradía de las Animas del Purgatorio, organización que favoreció a la comunidad con diversas obras de beneficio social. Esta cofradía impulsó el cultivo del olivo y constituyó, al poniente de la población, el Olivar de las Ánimas.
A partir del olivo, se obtuvieron fuentes de trabajo de enorme importancia para la economía del pueblo, ya que se cultivaba en la zona chinampera y en las tierras altas.
El olivo dio lugar a una verdadera industria pues, además de procesar la aceituna, se construyó un molino para extraer el aceite de olivo, producto muy codiciado entre los españoles de la colonia.
Sin embargo, la proliferación de este árbol fue tal y la producción llegó a ser tan importante que despertó el celo de la Corona de España. El temor a la competencia hizo que Carlos IV firmara la Cédula Real del 17 de enero de 1774, por la que encargaba a todos los virreyes no plantar viñedos ni olivos en México.
Pero el temor no terminó ahí y no conforme con la prohibición hecha, expidió una nueva cédula en 1777 en la que ordenaba la completa destrucción de todos los olivos existentes en México.
De aquella destrucción masiva de olivos, escaparon algunos que aún existen y que datan de los siglos XVI al XVII. Indudablemente, este sacrificio influyó en el estancamiento que se registra en el cultivo del olivo, en la Nueva España y por consiguiente en el México actual.
Otro factor que contribuyó a la disminución de la producción ha sido el abatimiento de los niveles de los lagos. Actualmente se efectúan labores tendientes a recuperar la producción de olivo y mantener con ello esta importante fuente de ingresos de la población.
SANTIAGO TULYEHUALCOP Tulyehualco: "En el Cerco de Tule"Del náhuatl: Tol (li), TuleYahua (li), CercoCo, locativo.
Localización
Limita al norte con la Delegación Tláhuac, hacia el sur de la Delegación Milpa Alta, hacia el este con el poblado de San Juan Ixtayopan y hacia el oeste con los pueblos de San Luis Tlaxialtemalco y San Gregorio Atlapulco.
Desde 1971 se ha venido organizando en la Plaza Quirino Mendoza y Cortés, el pueblo de Santiago Tulyehualco la Feria de la Alegría y el Olivo, en donde se exponen y comercializan los productos derivados del amaranto y el olivo; la transformación de estás nobles semillas es en forma artesanal.Como cada año, podemos encontrar gran variedad de alimentos elaborados con amaranto y aceitunas por ejemplo: tamales, galletas, chocoalegría, atole, pan, agua de amaranto así como y la tradicional Alegría y muchos productos más.
La feria de la Alegría y el Olivo, se realiza desde hace 37 años en el pueblo de Santiago Tulyehualco del 2 al 17 de febrero de 2008 y se ha convertido en una de las ferias más importantes a nivel Distrito Federal.
El amaranto comienza a utilizarse desde épocas prehispánicas, en donde lo utilizaban como parte de la dieta alimenticia, y como ofrenda a los dioses.
El nombre "Alegría" se adjudicó, en el siglo XVI, al dulce que se fabrica con semilla reventada y luego, a la planta entera. Para convertir la semilla en dulce solo se le condimentaba del primero de diciembre al primero de junio, ya que la estación de lluvias no permitía la conservación de los panecillos.
El amaranto ocupó un sitio en las fiestas religiosas y ceremoniales, en donde las semillas de la alegría de otros pueblos autóctonos de la parte central de México usaban el huautli (alegría) para formar ídolos pequeños con los cuales se aseguraba el éxito en las siembras y cosechas, así como para celebrar diversas actividades en honor a Tlaloc (Dios de la Lluvia) o Huitzilopochtli (Dios de la Guerra).
El huautli estaba asociado con rituales paganos en honor a sus dioses. Cuando los Aztecas efectuaban el principal festejo del año dedicado a Huitzilopochtli, el centro de la ceremonia se constituía por un enorme ídolo del dios, confeccionado con masa de huautli y miel de abeja de maguey, tuna roja, el cual era admirado por la gente de la ciudad para luego ser despedazado y comido "con reverencia, temor y lágrimas". Esta ceremonia se le llamaba Teokualo. La masa del huahtli tenía un lugar importante en las ceremonias religiosas, con ellas se elaboraban los Huaunquiltamalli para ser ofrecidos a Xiuhtecutli, Dios del Fuego.
De lo anterior se desprende que el huautli era la planta ceremonial más importante de los Aztecas y otros pueblos del México prehispánico, sin embargo, con la llegada de los españoles, los misioneros se encargaron en abolir las ceremonias religiosas y por ende, eliminar el cultivo de la semilla. Pero la magnífica adaptación de la planta a nuestros climas, y su gran resistencia a las heladas y plagas, así como el sentido tradicionalista del pueblo, impidió su desaparición.
La semilla de amaranto se consumía especialmente en forma de atoles y tamales. Los productos más comunes era una esfera de amaranto llamada tzoatli o zoale. Para preparar las semillas de amaranto se les molía y mezclaba con miel de maguey. Los tarahumaras, mayas, tepehuanes, yaquis y miembros de otras tribus, preparaban un producto similar.
Valor Nutritivo
En los últimos años se ha comprobado, por medio de técnicas modernas, de la alta calidad y cantidad de proteínas que contiene el amaranto, lo que llama la atención de los especialistas en alimentos; sin embargo, aún es escasa la información sobre la composición de las distintas partes de las plantas de diferentes especies y estudios.
La cantidad de proteína de la semilla del amaranto es mayor que la de los cereales. Contiene más del doble de proteínas que el maíz, arroz y de 60 a 80% que el trigo. Además, los valores del extracto (Iípidos ), fibra cruda y cenizas, también superan el contenido de los cereales. En cuanto a su composición de aminoácidos contiene el doble de lisina que el trigo y el triple que el maíz, característica que hace del amaranto un alimento valioso para complementar las dietas basadas en cereales.
El amaranto, es rico en ácidos grasos. El principal hidrato de carbono en este cereal, es el almidón, con pequeñas cantidades de sacarosa y rafinosa.
La semilla contiene mucho sodio, potasio, calcio, magnesio, zinc, cobre, manganeso, hierro, aunque este último probablemente es de baja digestibilidad por el contenido de fitatos (sustancia que se encuentra en las plantas y que atrapa el hierro haciéndolo inaccesible al organismo)
En cuanto a las vitaminas, los amarantos contienen tiamina, riboflavina, neacina y vitamina C, en cantidades similares a las de los cereales que se distribuyen principalmente en la cáscara. Los nutrimentos se encuentran en toda la semilla, por lo que se recomienda su aprovechamiento integral.
Del 50 al 80% del total de la planta es comestible. En la mayoría de las especies las hojas contienen alrededor de 3.5% de proteínas y 5 gramos de licina por cada 100 gramos de proteína.
Esta planta sub-utilizada tiene un valor económico provisorio. El reto es encontrar un camino para incorporarla a los productos alimenticios existentes. La planta de amaranto se puede aprovechar de diversas formas: por ejemplo como ornato, gracias al hermoso follaje que presentan algunas especies y para preparar sopas y ensaladas a partir de las hojas y partes blandas de tallos.
Las semillas en particular y tallos oscuros, se han utilizado para extraer colorantes de valor en diversas industrias, y las semillas claras (amarillas) se consumen como alimento en varios productos, característicos de cada país.
En la actualidad se desarrollan tanto en nuestro país como en el extranjero, diversas investigaciones sobre su utilización, en especial en el área de panificación, galletería, pastas, embutidos, alimentos infantiles, etc.
El olivo
El olivo fue traído a México en 1531 por Fray Martín de Valencia, siendo Tulyehualco el primer lugar de toda América en cultivarlo. Posteriormente se hicieron plantaciones en Texcoco, Chalco y más tarde, en Ameca, Jalisco y Baja California.
Debido a las condiciones propicias de esta población, se produjeron estupendamente, a grado tal que se formó una franja de olivo de más de dos kilómetros de longitud en la ribera del lago. A la fecha, aún se conservan dos grandes zonas de estos históricos árboles, una al oriente llamada Olivar de Santa María y la otra al poniente conocida como Olivar de las Ánimas.
Al inicio del siglo XVII se formó en Tulyehualco una cofradía de las Animas del Purgatorio, organización que favoreció a la comunidad con diversas obras de beneficio social. Esta cofradía impulsó el cultivo del olivo y constituyó, al poniente de la población, el Olivar de las Ánimas.
A partir del olivo, se obtuvieron fuentes de trabajo de enorme importancia para la economía del pueblo, ya que se cultivaba en la zona chinampera y en las tierras altas.
El olivo dio lugar a una verdadera industria pues, además de procesar la aceituna, se construyó un molino para extraer el aceite de olivo, producto muy codiciado entre los españoles de la colonia.
Sin embargo, la proliferación de este árbol fue tal y la producción llegó a ser tan importante que despertó el celo de la Corona de España. El temor a la competencia hizo que Carlos IV firmara la Cédula Real del 17 de enero de 1774, por la que encargaba a todos los virreyes no plantar viñedos ni olivos en México.
Pero el temor no terminó ahí y no conforme con la prohibición hecha, expidió una nueva cédula en 1777 en la que ordenaba la completa destrucción de todos los olivos existentes en México.
De aquella destrucción masiva de olivos, escaparon algunos que aún existen y que datan de los siglos XVI al XVII. Indudablemente, este sacrificio influyó en el estancamiento que se registra en el cultivo del olivo, en la Nueva España y por consiguiente en el México actual.
Otro factor que contribuyó a la disminución de la producción ha sido el abatimiento de los niveles de los lagos. Actualmente se efectúan labores tendientes a recuperar la producción de olivo y mantener con ello esta importante fuente de ingresos de la población.
SANTIAGO TULYEHUALCOP Tulyehualco: "En el Cerco de Tule"Del náhuatl: Tol (li), TuleYahua (li), CercoCo, locativo.
Localización
Limita al norte con la Delegación Tláhuac, hacia el sur de la Delegación Milpa Alta, hacia el este con el poblado de San Juan Ixtayopan y hacia el oeste con los pueblos de San Luis Tlaxialtemalco y San Gregorio Atlapulco.
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