Se obscurece
No sabes si la tristeza te invade
O la muerte
Así escribe Jaime Velasco poeta oaxaqueño atrapado en un Xochimilco en decadencia, pero con un gran acervo histórico sintetiza en su poema nuestra realidad patrimonial.
Xochimilco, imagen tradicional de una chinampa florida, de un vergel de flores, considerados en conjunto como los territorios intra urbanos frágiles entre tierra y agua, chinampas este espacio esencial que nos ha dejado una huella importante, que en cientos de años ha mostrado la parte de la creatividad de una cultura: “los xochimilcas”, los sembradores de flores: quienes en el siglo XXI tenemos el interés de rescatar y reivindicar los valores de la humanidad, y permitir a todos reflexionar sobre la importancia histórica de este espacio gestador de una cultura milenaria, a partir de un esquema de vida que surge de la chinampa y que se mantiene vigente en este siglo; con graves riesgos de deterioro del patrimonio intangible, de los valores del pasado prehispánico y colonial heredados y los que se van gestando. Considero al patrimonio intangible como el conjunto de valores que una sociedad genera, con la capacidad creadora de sus habitantes y el potencial que se tiene en la poesía, la danza, la música, la ciencia; con el entorno y las características específicas de sus espacios, de su arquitectura familiar y social; se moldea el carácter y la orientación de las ideas del colectivo imaginario y la preservación del patrimonio intangible permite la permanencia de los valores ancentrales como tradiciones y costumbres, y acuna también la posibilidad de nuevos proyectos que fortalezcan y dimensionen el futuro sin deterioro o destrucción y frenar el grave riesgo que tiene nuestro patrimonio intangible en Xochimilco se debe a la falta de cuidado del mismo y a la ausencia del fomento y difusión de estos valores.
Como cita Luis M. Tiburcio. Director de la UNESCO en México[1] Xochimilco, junto con el Centro Histórico de la Ciudad de México, fue inscrito en la lista hace ya 20 años. En ese momento los requerimiento para la inscripción de un sitio se orientaba casi exclusivamente a la demostración de los valores universales excepcionales que éste contenía, y a poco de la gestión y manejo del mismo. Hoy las circunstancias han variado significativamente. La velocidad de transformación de las sociedades, de las ciudades, del paisaje, de las infraestructuras de servicio, obligan a un estrecho monitoreo de los sitios, no sólo para asegurar la conservación de sus valores y atributos, sino también para valorar su aporte al desarrollo sostenible de las comunidades. Xochimilco, sus chinampas y su Centro Histórico han sido víctimas del proceso de desarrollo y crecimiento de la ciudad de México en las últimas décadas. La demanda de agua, de espacios para el crecimiento urbano, de vialidades, de infraestructura, han expandido la mancha urbana hasta el límite mismo del corazón patrimonial del lugar, las zonas de chinampas. Esta presión ha buscado ser atendida con grandes obras de infraestructura, sin embargo, ello no ha sido suficiente para detener el complejo proceso de afectación y el riesgo de la pérdida de los valores materiales e inmateriales que justifican su presencia en la Lista del Patrimonio Mundial.
Alejandro Encinas Rodríguez, Jefe de Gobierno del Distrito Federal[2] en 1985, comentó que los criterios para declarar a Xochimilco fueron: la manifestación de un intercambio de influencias considerable durante el periodo prehispánico y colonial en las actividades agrícolas, destacando la creación de sementeras para la siembra de flores en la cuenca de México, el desarrollo de la arquitectura colonial expresada principalmente en el arte monumental que constituye la Parroquia de San Bernardino de Siena, construida en el siglo XVI y el diseño paisajístico de chinampas y ahuejotes.
Sin embargo, es patente el constante deterioro patrimonial, no obstante que durante estos 20 años los funcionarios que han ocupado los cargos de la administración pública local, han asegurado como lo cita el Lic. Faustino Soto Ramos. Jefe Delegacional en Xochimilco[3] en el año 2005 que… uno de los principales objetivos del gobierno de la Delegación Xochimilco es promover y difundir la importancia que nos otorga el tener un sitio en la Ciudad de México con carácter excepcional y haber sido distinguidos ante la UNESCO, con ello se valora la importancia de preocuparnos por nuestra historia y cultura, se motiva el interés en su restauración y conservación para el desarrollo humano de la comunidad de Xochimilco.
Estamos claros que actualmente enfrentamos graves problemas para asegurar la conservación del Patrimonio Cultural en Xochimilco, principalmente por el deterioro ocasionado en las chinampas - monumentos histórico culturales – y el deterioro por diversos procesos socioeconómicos y ambientales de los humedales.
Según Ciro Caraballo Perichi, Coordinador del Proyecto UNESCO-Xochimilco [4] Xochimilco es quizá uno de los bienes culturales de América Latina que presenta una mayor complejidad. Un paisaje de cultivo intensivo, artificialmente construido, que generó la consolidación de un centro histórico y poblados de valor tradicional a su alrededor, con una fuerte presencia de patrimonio inmaterial que relaciona en una sola unidad los bienes tangibles y que le dan vitalidad. Las amenazas a este complejo sistema de valores patrimoniales son enormes: el agua que da sentido y vida a las zonas chinamperas depende de la capacidad y calidad de las plantas de tratamiento de la ciudad, y del manejo hidráulico de los vertedores y canales. Los hundimientos diferenciales, fruto de la necesaria extracción de agua para consumo humano de la ciudad dificulta día a día la funcionalidad del sistema de canales, a tiempo que comienza a poner en riesgo algunas zonas pobladas en las orillas canales y lagunas. La distorsión de los precios en los mercados urbanos pone en riesgo la sostenibilidad económica de la producción chinampera, mientras el uso indiscriminado de agroquímicos para impulsar la producitividad pone en riesgo la fauna local. La expansión de la mancha urbana y los nuevos valores sociales asociados con la dinámica urbana de la Ciudad de México inciden directamente en la velocidad de cambio de las tradiciones locales, generándose una sub-valoración social del trabajo agrícola. Las chinampas improductivas se vuelven así un atractivo espacio para la ubicación de nuevas viviendas, las cuales a su vez aceleran el proceso de contaminación de aguas, e incluso de los hundimientos. El crecimiento de la ciudad hacia el sur.
Xochimilco en el siglo XXI forma parte de una de las 16 delegaciones políticas en las que se encuentra hoy dividida la capital Mexicana.[5] La demarcación está incluida dentro del segundo contorno del Distrito Federal, mejor conocido como sector Sur.
La Delegación de Xochimilco cuenta con una superficie de 12.517 hectáreas que representan el 8.40% del área total del Distrito Federal. La superficie urbana tiene una extensión de 2,505 hectáreas, que representan el 20% de su totalidad y un 1.68% con relación al Distrito Federal.[6] Una de las características principales de esta demarcación es ser parte fundamental de aquellas que cuentan con una gran extensión de suelo de conservación. Oficialmente el uso de suelo de conservación de la Delegación Xochimilco está conformada como sigue: agricultura 41.37% de la superficie delegacional, pastizal 2.62% de la superficie, bosque 3.16% de la superficie, otro 52.85% de la superficie.
La zona chinampera, casi en su totalidad, junto con los distritos de riego que se encuentran al nor-poniente de la Delegación tienen la categoría de “Zona Sujeta a Conservación Ecológica”. Para el año de 1987, fecha de la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial, el área canalera y de chinampas de esta demarcación ocupaba un espacio aproximado a las 2,200 hectáreas. A 20055 se ha reducido a unas 1,800 hectáreas. La extensión de los canales es del orden de los 189 Km.
Según el Sistema para la Consulta de Información Censal 2000 del XII Censo General de Población y Vivienda, del total de la población ocupada en el sector secundario es de 15,039 (18%) y la población ocupada en el sector terciario es de 60,724 (72%) Es decir, la población ocupada en el sector primario es de menos de un 10% por lo que las acciones en pro del rescate y fomento de la agricultura chinampera impactaría directamente a este grupo poblacional, que en estos momentos pareciera marginal referido a la población ocupada en los sectores secundario y primario.
A la fecha se estima una población de 460 mil habitantes, considerando una taza constante de 3.14 por ciento.
[1] Xochimilco un proceso de gestión participativa . UNESCO. p. 14. Julio 2006
[2] Ibid. p. 12
[3] Ibid. p.16
[4] Ibid. p. 18
[5] En el Diario Oficial del 5 de febrero de 1925, se decreta que Tlahuác se convierte en municipio libre independiente, separándose de la municipalidad de Xochimilco.
[6] Programa Delegacional de Desarrollo Urbano de Xochimilco. 2005. P.7
Xochimilco, imagen tradicional de una chinampa florida, de un vergel de flores, considerados en conjunto como los territorios intra urbanos frágiles entre tierra y agua, chinampas este espacio esencial que nos ha dejado una huella importante, que en cientos de años ha mostrado la parte de la creatividad de una cultura: “los xochimilcas”, los sembradores de flores: quienes en el siglo XXI tenemos el interés de rescatar y reivindicar los valores de la humanidad, y permitir a todos reflexionar sobre la importancia histórica de este espacio gestador de una cultura milenaria, a partir de un esquema de vida que surge de la chinampa y que se mantiene vigente en este siglo; con graves riesgos de deterioro del patrimonio intangible, de los valores del pasado prehispánico y colonial heredados y los que se van gestando. Considero al patrimonio intangible como el conjunto de valores que una sociedad genera, con la capacidad creadora de sus habitantes y el potencial que se tiene en la poesía, la danza, la música, la ciencia; con el entorno y las características específicas de sus espacios, de su arquitectura familiar y social; se moldea el carácter y la orientación de las ideas del colectivo imaginario y la preservación del patrimonio intangible permite la permanencia de los valores ancentrales como tradiciones y costumbres, y acuna también la posibilidad de nuevos proyectos que fortalezcan y dimensionen el futuro sin deterioro o destrucción y frenar el grave riesgo que tiene nuestro patrimonio intangible en Xochimilco se debe a la falta de cuidado del mismo y a la ausencia del fomento y difusión de estos valores.
Como cita Luis M. Tiburcio. Director de la UNESCO en México[1] Xochimilco, junto con el Centro Histórico de la Ciudad de México, fue inscrito en la lista hace ya 20 años. En ese momento los requerimiento para la inscripción de un sitio se orientaba casi exclusivamente a la demostración de los valores universales excepcionales que éste contenía, y a poco de la gestión y manejo del mismo. Hoy las circunstancias han variado significativamente. La velocidad de transformación de las sociedades, de las ciudades, del paisaje, de las infraestructuras de servicio, obligan a un estrecho monitoreo de los sitios, no sólo para asegurar la conservación de sus valores y atributos, sino también para valorar su aporte al desarrollo sostenible de las comunidades. Xochimilco, sus chinampas y su Centro Histórico han sido víctimas del proceso de desarrollo y crecimiento de la ciudad de México en las últimas décadas. La demanda de agua, de espacios para el crecimiento urbano, de vialidades, de infraestructura, han expandido la mancha urbana hasta el límite mismo del corazón patrimonial del lugar, las zonas de chinampas. Esta presión ha buscado ser atendida con grandes obras de infraestructura, sin embargo, ello no ha sido suficiente para detener el complejo proceso de afectación y el riesgo de la pérdida de los valores materiales e inmateriales que justifican su presencia en la Lista del Patrimonio Mundial.
Alejandro Encinas Rodríguez, Jefe de Gobierno del Distrito Federal[2] en 1985, comentó que los criterios para declarar a Xochimilco fueron: la manifestación de un intercambio de influencias considerable durante el periodo prehispánico y colonial en las actividades agrícolas, destacando la creación de sementeras para la siembra de flores en la cuenca de México, el desarrollo de la arquitectura colonial expresada principalmente en el arte monumental que constituye la Parroquia de San Bernardino de Siena, construida en el siglo XVI y el diseño paisajístico de chinampas y ahuejotes.
Sin embargo, es patente el constante deterioro patrimonial, no obstante que durante estos 20 años los funcionarios que han ocupado los cargos de la administración pública local, han asegurado como lo cita el Lic. Faustino Soto Ramos. Jefe Delegacional en Xochimilco[3] en el año 2005 que… uno de los principales objetivos del gobierno de la Delegación Xochimilco es promover y difundir la importancia que nos otorga el tener un sitio en la Ciudad de México con carácter excepcional y haber sido distinguidos ante la UNESCO, con ello se valora la importancia de preocuparnos por nuestra historia y cultura, se motiva el interés en su restauración y conservación para el desarrollo humano de la comunidad de Xochimilco.
Estamos claros que actualmente enfrentamos graves problemas para asegurar la conservación del Patrimonio Cultural en Xochimilco, principalmente por el deterioro ocasionado en las chinampas - monumentos histórico culturales – y el deterioro por diversos procesos socioeconómicos y ambientales de los humedales.
Según Ciro Caraballo Perichi, Coordinador del Proyecto UNESCO-Xochimilco [4] Xochimilco es quizá uno de los bienes culturales de América Latina que presenta una mayor complejidad. Un paisaje de cultivo intensivo, artificialmente construido, que generó la consolidación de un centro histórico y poblados de valor tradicional a su alrededor, con una fuerte presencia de patrimonio inmaterial que relaciona en una sola unidad los bienes tangibles y que le dan vitalidad. Las amenazas a este complejo sistema de valores patrimoniales son enormes: el agua que da sentido y vida a las zonas chinamperas depende de la capacidad y calidad de las plantas de tratamiento de la ciudad, y del manejo hidráulico de los vertedores y canales. Los hundimientos diferenciales, fruto de la necesaria extracción de agua para consumo humano de la ciudad dificulta día a día la funcionalidad del sistema de canales, a tiempo que comienza a poner en riesgo algunas zonas pobladas en las orillas canales y lagunas. La distorsión de los precios en los mercados urbanos pone en riesgo la sostenibilidad económica de la producción chinampera, mientras el uso indiscriminado de agroquímicos para impulsar la producitividad pone en riesgo la fauna local. La expansión de la mancha urbana y los nuevos valores sociales asociados con la dinámica urbana de la Ciudad de México inciden directamente en la velocidad de cambio de las tradiciones locales, generándose una sub-valoración social del trabajo agrícola. Las chinampas improductivas se vuelven así un atractivo espacio para la ubicación de nuevas viviendas, las cuales a su vez aceleran el proceso de contaminación de aguas, e incluso de los hundimientos. El crecimiento de la ciudad hacia el sur.
Xochimilco en el siglo XXI forma parte de una de las 16 delegaciones políticas en las que se encuentra hoy dividida la capital Mexicana.[5] La demarcación está incluida dentro del segundo contorno del Distrito Federal, mejor conocido como sector Sur.
La Delegación de Xochimilco cuenta con una superficie de 12.517 hectáreas que representan el 8.40% del área total del Distrito Federal. La superficie urbana tiene una extensión de 2,505 hectáreas, que representan el 20% de su totalidad y un 1.68% con relación al Distrito Federal.[6] Una de las características principales de esta demarcación es ser parte fundamental de aquellas que cuentan con una gran extensión de suelo de conservación. Oficialmente el uso de suelo de conservación de la Delegación Xochimilco está conformada como sigue: agricultura 41.37% de la superficie delegacional, pastizal 2.62% de la superficie, bosque 3.16% de la superficie, otro 52.85% de la superficie.
La zona chinampera, casi en su totalidad, junto con los distritos de riego que se encuentran al nor-poniente de la Delegación tienen la categoría de “Zona Sujeta a Conservación Ecológica”. Para el año de 1987, fecha de la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial, el área canalera y de chinampas de esta demarcación ocupaba un espacio aproximado a las 2,200 hectáreas. A 20055 se ha reducido a unas 1,800 hectáreas. La extensión de los canales es del orden de los 189 Km.
Según el Sistema para la Consulta de Información Censal 2000 del XII Censo General de Población y Vivienda, del total de la población ocupada en el sector secundario es de 15,039 (18%) y la población ocupada en el sector terciario es de 60,724 (72%) Es decir, la población ocupada en el sector primario es de menos de un 10% por lo que las acciones en pro del rescate y fomento de la agricultura chinampera impactaría directamente a este grupo poblacional, que en estos momentos pareciera marginal referido a la población ocupada en los sectores secundario y primario.
A la fecha se estima una población de 460 mil habitantes, considerando una taza constante de 3.14 por ciento.
[1] Xochimilco un proceso de gestión participativa . UNESCO. p. 14. Julio 2006
[2] Ibid. p. 12
[3] Ibid. p.16
[4] Ibid. p. 18
[5] En el Diario Oficial del 5 de febrero de 1925, se decreta que Tlahuác se convierte en municipio libre independiente, separándose de la municipalidad de Xochimilco.
[6] Programa Delegacional de Desarrollo Urbano de Xochimilco. 2005. P.7
No hay comentarios.:
Publicar un comentario